Luto en la minería, una vez más
Hay palabras malditas por el eco que dejan en algunas conciencias. La palabra mina repite al infinito los conceptos de accidente y muerte. Es inevitable. La extracción subterránea de distintos minerales ha propiciado esta infausta resonancia. Quienes nos hemos criado y vivido en una cuenca minera sabemos bastante de esta maldición con la que nos ha tocado convivir durante años y años y hemos alimentado una especial sensibilidad hacia esta realidad, tan cruda como lúgubre.
Me crie y pasé mi infancia y primera juventud en la cuenca minera asturiana del Nalón. Mi padre y muchos de mis familiares, amigos y vecinos fueron mineros. Yo mismo, aunque en otras responsabilidades que no me obligaban a bajar a la mina, trabajé también en una empresa minera y una de mis obligaciones era, cada vez que se producía un accidente mortal, presentarme en el pozo donde hubiera ocurrido. Conozco, pues, de cerca el accidente minero y el dolor que conlleva.
Por ello, en el número anterior iba a publicar uno de mis relatos, titulado “El primer día” y en el que cuento la experiencia de un joven minero que el primer día de trabajo en la mina se encuentra con uno de estos accidentes. El mes pasado lo levanté, cuando ya lo tenía montado, porque me reencontré́ con el fantasma de Alicia Ramírez. Este mes acabo de levantarlo también como homenaje a los tres fallecidos en la mina de potasa de Cabanasses de Súria. Oscar, Daniel y Victoriano, tres jóvenes geólogos de 27, 28 y 31 años, fallecieron en dicha mina a 900 metros de profundidad cuando realizaban sus prácticas, recordándonos que la muerte no respeta edades ni profesiones y que esparce su dolor en cuanto toca.
Ante la muerte en la mina solo cabe el silencio. Un silencio denso y pegajoso, que casi se mastica, y que cuando se comparte en la plaza de un pozo esperando el rescate de uno o varios cadáveres, tiene ese letal sabor de lo inevitable y produce esa rabia inmensa, que hace apretar los puños, mirando al cielo, y deseando que sea la ultima vez.
Aunque siempre hay una vez más que tiñe de luto las cuencas mineras envueltas en ese denso silencio de la desesperanza y la solidaridad con las familias que lloran su pérdida.
Descansen en paz Oscar, Daniel y Victoriano
FranciscoTrinidad
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La revista lleva incorporados interesantes videos. Los que están en inglés se pueden ver con subtítulos en español.
Comentarios
Sinceramente los relatos son cada vez más interesantes, y no nombraré a ninguno de los autores porque este mes sin duda hay paridad de calidad en todos. Lo de las fotos es más de lo mismo, calidad, creatividad un manjar si fueran recetas de cocina. Enhorabuena a todos. Muchas gracias
Congratulations
Congratulations, everyone, it's very hard to do better. Thank you very much
Congratulations
Congratulations
Se sale fuera de lo común, del orden y de las reglas generales en definición es "Extraordinaria revista/libro". Muchas gracias a todos de igual manera enhorabuena.
Sobresaliente como siempre, superbuena y entretenida. Me encanta la genialidad de todos los relatos, Laudelino se sale, todos son geniales y extraño la ausencia de Juan Depunto. De la fotografía que decir, pues que no hay palabras para describir tanto arte y belleza.
Juan Depunto tuvo algunos problemas de salud el mes pasado y no pudo enviar su colaboración, disculpándose por ello. Afortunadamente superó su crisis respiratoria, se encuentra bien y este mes, con su exquisita puntualidad, envió su colaboración, una magnífica entrevista a una escritora y escultora sevillana.
Si que es cierto, se nota su ausencia, me alegro que ya este de nuevo en Luz y Tinta en el próximo número
Como siempre de premio. La portada sin comentarios, porque no se describir tanta belleza fotgráfica. En los relatos echo en falta a Juan Depunto y también a Monchu con sus crónicas rurales, espero que estén bien y que la ausencia sea por vacaciones y no por contratiempos.
Muchas gracias y enhorabuena a todos.